Hace tres semanas descubrí que no soy el conejo de Duracell. El trabajo, la casa, el blog, el inglés, la dieta,…y un montón de cosas que se encadenan hicieron que mi batería corporal hiciese swich off por completo.
Necesitaba urgentemente unas vacaciones que me permitiesen desconectar de la rutina habitual, dedicarme al culto hedonista de disfrutar del tiempo para mí misma. Esto incluía a mí pesar dejar apartado el ordenador y obviamente el blog se ha visto afectado. Os pido disculpas por este parón pero mi salud mental lo necesitaba. Ahora vuelvo con energías renovadas y dispuesta a retomar mis quehaceres con más fuerza e ilusión.
Gracias a que este año mis vacaciones han coincidido con las de mi chico nos fuimos 8 días a Italia. Cuatroo de ellos visitamos a mi hermana Arianne en Florencia y el resto los pasamos en Roma. De ahí nos fuimos otra semana a Bilbao junto al resto de la familia. Total que hemos hecho más kilómetros que Willy Fog.
La peque es una afortunada. Trabaja en un estudio de arquitectura en Florencia y desde su despacho se ve el Duomo. Está encantada en esta coqueta ciudad Toscana llena de cultura y belleza clásica en cada esquina.
Florencia es un lujo para los amantes de la moda. Además de concentrar en sus calles a la mayoría de las grandes firmas del diseño internacional como Prada, Gucci, Dior, Armani, Fendi entre muchas otras, allí se pueden encontrar las mejores peleterías y muy buenas zapaterías de calzado italiano. Personalmente aluciné con el palacio que la familia Ferragamo posee en las inmediaciones del Puente Viejo donde, además de una tienda, se puede visitar el museo dedicado a la figura del que fue el Miguel Ángel del calzado, Salvatore Ferragamo.
Eso sí, para los que tenemos un poder adquisitivo limitado, es una ciudad de mírame pero no me toques. No encontré ni una tienda económica a la que poder hincar el diente. No hay zapato que baje de los cien euros y hasta Zara allí es carísimo. Una blusa que me compré en España a 22,95 euros la vendían por 39,95. Esta situación ha hecho que una pobre Erasmus como mi hermana se haya vuelto H&M-adicta, ya que es la única multinacional que mantiene los precios parecidos a los españoles. Cuando vuelva a Bilbao ¡Que tiemblen las tiendas porque va a llegar desatada!
Para el viernes, una recopilación de los shorts más fashion para lucir palmito este verano.