El domingo fue mi cumpleaños. Lo estoy llevando un poco mal. Me han caído 28 añazos y me ha dado la crisis de los 30 con dos años de adelanto. No sé si será por esto de nacer a finales de año que uno se empieza a plantear propósitos y como que le empiezan las frustraciones. Comienzo siempre a imponerme por objetivos una lista de tópicos que nunca cumplo: Adelgazar, animarme a conducir más (Sufro panicus horribilus a coger el coche), mejorar profesionalmente, hipotecarme y un largo etc. de cuestiones que voy arrastrando desde los 25. El caso es que los treinta me acechan de cerca ya y me deprime saber que aún no he logrado tachar ninguna de estas cuestiones de mi lista. Vamos, como si el de me llamo Earl se hubiese quedado repitiendo eternamente el capítulo piloto.
Así que por estas fechas lo único que me anima son los geniales regalos que mi familia y amigos me han hecho con todo su cariño. ¡Aquella que diga que no le gusta recibir regalos miente como una bellaca!
Por lo visto, como he sido más buena que el pan, Papa Noel y el Olentzero me han traído todas estas cosas que podéis ver a continuación. En esta ocasión voy a ponerle una estrellita a mi chico que se molestó en darme unas sorpresas increíbles. El libro de New York, el boli y la pulsera son cosa suya. También me regalaron una blusa de Stradivarius que no he puesto porque la tengo que cambiar ya que me quedo pequeña. ¿Entendéis por qué adoro los zapatos? ;-)
Los que nacemos en navidad tenemos el hándicap del 2X1. Es decir, te reglan y felicitan en navidad y te sirve también para el cumple. Mi familia política canaria conocedora de lo que me cabrea este asunto me hizo una fiesta el domingo. Aunque tengo 28 primaveras me siguen encantando las partyfiestas de cumple con globos incluidos. Será por eso del síndrome Peter Pan que dicen que padecemos los de nuestra generación... Lo más gracioso es que mis padres organizaron otra fiesta con mi familia en Bilbao para celebrarlo allí. ¡Es que son lo más!
Entre unos y otros recibí un montón de regalos. Que no se enfade nadie, no todos los he podido meter en la imagen por torpeza Photoshopera. Pero sin duda el que más ilusión me hizo fue el ramo de flores que por sorpresa me enviaron mis padres el domingo al trabajo. Cuando leí la tarjeta me puse a llorar como una magdalena.
¿Os gustan mis regalitos? ¿Naciste en navidad y te hacen 2X1? ¿Tienes la crisis de los pre-treinta? ¿Adoras los zapatos porque casi siempre quedan bien?
Os recordamos que aún podéis participar en el sorteo del collar de Lena Krol:
