Este post lo escribo mientras espero a que algún día se me aparezca el genio de la lámpara maravillosa, puesto que pedir que aquí, en el norte, no llueva es cuestión de magia. Mientras tanto me resigno a vivir bajo un paraguas y botas para proteger los pies.
Esto último precisamente es lo que protagoniza el post de hoy. En toda la blogosfera ya tienen millones de entradas las míticas Hunter, marca por excelencia de botas de agua. Sin embargo, para las que tenemos más artículos en la lista de la compra que euros en la cuenta, los precios de esta marca se nos suben por las paredes. No dudo que la calidad del producto y la durabilidad sea muchísimo mejor que las de otras firmas, pero como bien prometimos en el subtitulo del blog, os damos trucos para ir a la moda a bajo coste. Además, ¿Quién nos dice que este artículo se llevará durante mucho tiempo?
Esta tarde he visto en un escaparate katiuskas, como las llamamos en mi familia, de muchos colores y estampados de la marca Gioseppo. Las que han recibido mi estrella de hoy son las verde botella por el detalle del tacón y el toque amazona de la hebilla.
En los estampados como siempre se corre mucho riesgo. Es tan fácil acertar como comercializar un horror. Este es el caso de las que intentan ser un print de serpiente y se quedan en gusano. Las tachuelas y el plástico de los detalles son la gota que colma el vaso.
Sin embargo, como ya he dicho antes, también hay diseños apropiados aunque más difíciles de combinar que los colores lisos. Este es el motivo por el que mi elección es un poco rural pero bastante ponible con tonos marrones.
¿Os apuntáis a pisar charcos como cuando éramos pequeñas? ¿Qué modelos os han gustado más?